En el presente estudio se trata de determinar los servicios basados en Internet que las bibliotecas públicas pueden ofrecer en este comienzo de milenio. Sus autores son conscientes de las dificultades y limitaciones que supone este intento. De hecho, las condiciones tecnológicas, sociales y políticas cambian con tal rapidez que resulta muy difícil atenerse a un plan definitivo. Los autores saben muy bien que el término «de futuro» utilizado en relación con los servicios de las bibliotecas públicas podría dar a entender que los servicios descritos aún no han sido inventados, y mucho menos aplicados. Sin embargo, la idea principal de esta publicación es presentar una descripción de los servicios más avanzados que utilizan la tecnología más reciente de Internet y que actualmente se ofrecen a los usuarios finales en las bibliotecas públicas más modernas. De este modo, una biblioteca pública que en el otoño de 2000 estaba en condiciones de ofrecer todos los servicios descritos, o la mayoría de ellos, podía considerarse realmente una biblioteca avanzada.