Una fundación cívica es el mecanismo más ágil, profesional y activo para que un ciudadano pueda implicarse en la mejora de su entorno social más cercano. Los habitantes de un barrio, una ciudad o una comarca han utilizado hasta ahora un abanico muy amplio de formas asociativas, pero la experiencia en Estados Unidos y en Europa -con Alemania en una posición destacada- demuestra que organizarse como una fundación cívica plantea unas ventajas muy claras, tal y como se explica en este manual.