Desde 2006, la Fundación Bertelsmann promovió y apoyó la creación en España de fundaciones cívicas a través de su Centro de Competencias. También apostó por profesionalizar el trabajo de las fundaciones cívicas ya existentes, poniendo a su disposición el asesoramiento, la experiencia y los conocimientos necesarios.

La Red de Fundaciones Cívicas

En 2009 nació la Red de Fundaciones Cívicas y Organizaciones Análogas, gestionada por el Centro de Competencias de la Fundación Bertelsmann. Esta Red era un espacio reservado a aquellas fundaciones que cumplían con los requisitos de las fundaciones cívicas, y también a las organizaciones que, aun no cumpliendo todos los criterios, deseaban cumplirlos y trabajar para su comunidad inmediata bajo la estructura de una fundación cívica. Una vez cumplían todos los requisitos, se les otorgaba un sello de calidad que lo certificaba.

La Red posibilitaba el fortalecimiento de sus miembros a través de programas de formación adaptados a la realidad de cada entidad, el acceso a redes nacionales e internacionales y el intercambio de experiencias, entre otros temas.

En Febrero del 2013 la Fundación Bertelsmann creó una plataforma online para interconectar a fundaciones iberoamericanas, y así surgió la Red iberoamericana de fundaciones cívicas o comunitarias, que contaba con 32 miembros registrados de España, Portugal, México, Brasil y Uruguay.

En mayo de 2013, desde la Fundación Bertelsmann cedimos la gestión de la Red al Instituto Comunitario Grande Florianópolis (ICom) de Brasil. Con la región de América Latina en pleno crecimiento, esta cesión fue una muestra más de la relación cada vez más estrecha entre ambos continentes.

Centro de Competencias para Fundaciones Cívicas

El Centro de Competencias ofrecía asesoramiento estratégico a las Fundaciones Cívicas o a las entidades que querían llegar a serlo. ¿Cómo? Ofreciendo información, formación y apoyo técnico.

Con el fin de transmitir el concepto de fundación cívica a la opinión pública, desde el centro se organizaron conferencias por toda España, se publicaron materiales y best practices, y se invitó a las organizaciones a foros y conferencias para el intercambio teórico-práctico entre ellas.

Además, el programa de formación a las fundaciones, pionero y personalizado, ofrecía cursos presenciales y online; talleres, charlas y seminarios con expertos; así como manuales con todos los materiales. Todo esto se sumaba al apoyo técnico a través de la resolución de dudas, asesoramiento de colegas experimentados, así como talleres de intercambio de experiencias.