Martes, 17 de Diciembre 2024 /#bertelsmannstiftung

España está entre los cuatro países con mejores resultados de neutralidad climática de la OCDE y la UE

Ocho años después de los Acuerdos de París, el informe Indicadores de Gobernanza Sostenible (SGI), elaborado por la Fundación Bertelsmann en Alemania, revela que Suecia, Finlandia, España y Dinamarca, lideran la transformación gracias a la puesta en marcha de políticas de sostenibilidad
  • Por contra, el informe señala que Canadá, Australia, Israel, Polonia y Hungría deben redoblar sus esfuerzos
  • El análisis compara la eficacia de las políticas nacionales en materia de protección del clima, transición energética y prácticas de economía circular de 30 países de la OCDE y la UE

17 de diciembre de 2024.- Ocho años después de la firma de los Acuerdos de París, donde las naciones de todo el mundo se comprometieron a alcanzar la neutralidad climática para 2050, España y los países nórdicos encabezan el ranking como los que mejores resultados han obtenido en este esfuerzo. Así lo establecen los datos más recientes del documento Indicadores de Gobernanza Sostenible (SGI), por sus siglas en inglés), elaborado por la Fundación Bertelsmann en Alemania. Este informe examina el progreso en tres áreas clave: la implementación de marcos coherentes de política climática, el desarrollo de un sistema energético descarbonizado para 2050 y la preparación para la transición a una economía circular.

Según las conclusiones del estudio, Suecia, Finlandia, España y Dinamarca han establecido objetivos claros para alcanzar la neutralidad climática y la eficiencia en el uso de recursos, elaborando planes de acción detallados en múltiples sectores e implantado sistemas de monitoreo sólidos basados en indicadores clave de rendimiento. Por contra, el SGI concluye que Canadá, Australia, Israel, Polonia y Hungría deben redoblar sus esfuerzos.

Con el objetivo de evaluar la eficacia de las estrategias políticas, los datos del SGI se basan en una amplia gama de indicadores de acceso público, que proporcionan una visión integral de las consecuencias derivadas de las decisiones políticas adoptadas en el pasado. Además, este enfoque permite extraer conclusiones sobre las ambiciones actuales y la dirección política de los países analizados. Los datos se respaldan con evaluaciones detalladas de los expertos nacionales de los SGI. Asimismo, el análisis incluye avances en el refuerzo de la supervisión democrática, el fomento de la gobernanza anticipatoria y el avance de soluciones sostenibles en otros ámbitos políticos.

Christof Schiller, experto en gobernanza de la Fundación Bertelsmann en Alemania y director del proyecto Indicadores de Gobernanza Sostenible (SGI), comenta los resultados. “Los países con estrategias climáticas sólidas tienden a estar más avanzados en la planificación de transiciones energéticas y en la adopción de prácticas de economía circular. Las estrategias a largo plazo para la transformación económica, combinadas con una supervisión ejecutiva efectiva, van de la mano. Así, existe una fuerte correlación entre las políticas económicas y sociales sostenibles y el progreso en la implementación de estrategias de transformación efectivas”, explica.

Marcos de política climática

España ocupa el tercer puesto en esta categoría. La Ley española de Cambio Climático y Transición Energética, promulgada en 2021, establece objetivos ambiciosos para 2030, centrados en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de electricidad renovable. La ley obliga a realizar esfuerzos de adaptación a través del Plan Nacional de Cambio Climático, cuyos avances se supervisan mediante informes quinquenales. Además, las principales iniciativas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) promueven la protección de la biodiversidad e infraestructuras de movilidad eléctrica.

A pesar de desafíos como el mantenimiento de subsidios a los combustibles fósiles, una sentencia del Tribunal Supremo de 2023 confirmó el cumplimiento del Gobierno español con los compromisos climáticos de la UE. Por otro lado, Suecia ocupa actualmente la mejor posición en el cumplimiento de sus objetivos climáticos, gracias a una larga trayectoria de políticas climáticas ambiciosas y un monitoreo constante. No obstante, las decisiones recientes de su gobierno actual, dirigidas a debilitar algunas normativas ambientales, han generado preocupación.

Sistema energético descarbonizado

El sector energético representa casi tres cuartos de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que hace que su descarbonización sea un elemento clave para lograr la neutralidad climática a mediados de siglo. España ocupa el cuarto puesto en esta categoría. El Gobierno ha adelantado los objetivos de transición energética previstos para 2025 al 2023, impulsando de manera significativa las inversiones, con cerca del 40 % de los fondos destinados a la transición ecológica. La estrategia se desarrolla a través de hojas de ruta sectoriales específicas y medidas normativas, como la integración obligatoria de criterios de sostenibilidad ambiental y energética en todos los procedimientos de contratación pública.

Transición hacia una economía circular

Aunque la transición hacia una economía circular se encuentra aún en una fase inicial en muchas regiones, 20 de los 30 países analizados de la UE y la OCDE ya han comenzado a aplicar medidas en esta dirección. España ocupa el quinto lugar en cuanto a ambición en el desarrollo hacia una economía circular. Para ello, el país dispone de una Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), que establece diversos objetivos cuantitativos detallados para alcanzar antes de 2030.

La Comisión Interministerial para la Economía Circular, también conocida como Consejo de Economía Circular, celebra reuniones periódicas para supervisar y evaluar la implementación de los planes de acción. Finlandia y Suecia destacan como países particularmente bien preparados para este cambio. En el caso de Suecia, la estrategia nacional de economía circular y los planes de acción asociados, aunque no tienen carácter vinculante, se integran en la evaluación del presupuesto nacional junto con otros objetivos medioambientales.

Para más información, visita la página web de la Bertelsmann Stiftung y consulta el informe completo.