El análisis quiere mostrar, por un lado, el gran esfuerzo que se ha realizado por parte de orientadores/as y de la comunidad educativa para adaptarse y reinventarse ante esta nueva situación impuesta y, por otro lado, recoger los aprendizajes y buenas prácticas que se pueden incorporar en el futuro de forma permanente y que demuestran que, a pesar de todo, “No todo son malas noticias”.
El estudio se ha realizado gracias a la colaboración de entidades y centros educativos que pese a la situación que se vivía en el país han respondido la encuesta aportando su experiencia y aprendizajes.