En 2018, el número de jóvenes menores de 25 años en paro disminuyó en 55.300 personas, casi un 10% respecto al año anterior. Es así que 2017 registró una tasa del 37,4%, lo que se traduce en 502.900 jóvenes en situación de desempleo.
2018 en cambio, cerró con un 33,5% de tasa de paro juvenil, es decir, casi cuatro puntos menos que la del año anterior. Aunque medio punto por encima de la del tercer trimestre de 2018 que se situó en el 33%.
Por su parte, el número de activos menores de 25 años aumentó en 9.900 personas (0,6%) según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el último trimestre de 2018, el número de jóvenes en paro descendió en 25.800 desempleados, un 4,9% menos que el trimestre anterior, con descensos de 17.600 personas entre los jóvenes de 20 a 24 años (-12,8%) y de 8.200 entre los de 16 a 19 años (-2,09%).
En el conjunto de 2018, el paro de jóvenes de 20 a 24 años se redujo un 8,4% en 35.200 desempleados y en 20.000 personas (-14,3%) entre los jóvenes de 16 a 19 años.
En definitiva, la bajada paulatina de la tasa de paro juvenil desde 2012 hasta el día de hoy, pasando del 55% hasta el 33,5%, nos plasma una evolución constante y esperanzadora, con el fin de que dichos porcentajes lleguen a ser mínimos.